lunes, 16 de noviembre de 2009

LA CUEVA DE LA MARECILLA (EL CASTILLO DE VILLAMALEFA)

El pasado sábado 14 fuimos a visitar la cueva de la Marecilla, también conocida como torca de Cedramán. Nos habían hablado bien de ella y queríamos ir hace tiempo. Por fin fuimos!!!.
Para llegar hasta la boca es necesario caminar unos 5 minutos por el margen del río Villahermosa y más tarde ascender un poco y realizar una corta escalada que nos sitúa en la boca. En la boca podemos observar algunas inscripciones de diferentes grupos que la han visitado, algunas de ellas pintadas sin ningún respeto y de desmesurado tamaño. Otras inscripciones tienen interés, ya que se trata de las primeras exploraciones realizadas a esta cavidad, efectuadas por Josep Lluís Viciano y Ferran Guallart (A.R.S. del C.E.C.), en agosto de 1961, para más tarde ascender el penyagolosa por la vía directa. Cuesta creer que exploraron esta cavidad con los medios de la época y subiendo por cuerda de canem a pulso, pero antaño las mentalidades eran diferentes y bajaban con lo que tenían.



También hay que citar que uno de sus primeros exploradores, casi 50 años después, continúa en activo, pudiendo compartir de su experiencia en las salidas.



La boca de la cueva al estar en alto y con un acceso no fácil, no tiene restos de haberse utilizado para guardar ganado, aunque posiblemente como refugio. Actualmente es visitada por cabras salvajes en su zona inicial y también de vez en cuando por algún grupo de espeleólogos.
Tras la boca una galería polvorienta de 10 m nos sitúa, tras un laminador, en una fractura que desciende 9 m hasta llegar a una salita. Desde esta salita existe un balcón al que nos asomamos a la sala inferior, para llegar a esta sala debemos descender un pozo de 34 metros, que sus últimos 20 metros son en volado, haciendo pie en una sala de 40 x 45 m.



La sala es un caos de grandes bloques, por los que se puede descender y realizar un recorrido entre ellos. Debajo de los bloques y en la zona perimetral de la sala podemos encontrar algunas estancias amplias.



En una de ellas parte una fractura que desciende unos metros más, alcanzando la cota máxima de -63 m. En otro extremo de la sala existe un rincón bellamente decorado por el que podemos acceder a dos cortas galerías, de unos 20 m cada una y no representadas en la topografía.
La sala es de origen tectónico y posee un gran proceso clástico representado por los grandes bloques que ocupan toda la planta de la sala. Como curiosidad hay que citar que el río Villahermosa discurre a unos 20 metros por debajo de la boca de la cavidad, siendo esta de 63 m de profundidad y siendo la característica de la cavidad el polvo y el estado fósil. Solamente existen filtraciones en alguna zona de la cueva, donde las paredes están húmedas y parece que tras lluvias de forma algún pequeño charco.



En la sala nosotros estuvimos haciendo algunas fotos y revisando todos los rincones entre bloques. La exploración duró unas 4 horas, comprobando que la cueva tiene más de 111 m de recorrido, ya que en la topografía del grupo espeleológico Comando no están representadas dos galerías. Por tanto el recorrido estaría en torno a los 160 m. La topografía es algo simplista en la zona de máxima profundidad. Respecto a la fauna cavernícola esta es muy escasa, localizando algún arácnido opilion en la zona de entrada.



Aquí os mostramos un montaje realizado por nosotros del alzado de la cueva, donde se aprecia que no existe filtración del río, a pesar de su altura y cercanía de la cavidad


Cercana a esta cavidad y en el margen de la carretera podemos encontrar la cueva de las Charradas, minúscula cavidad de 3 m sin interés espeleológico.