martes, 16 de mayo de 2017

Puente del 1 de mayo en la Mola de Catí.

El viernes 28 de Abril Alexis, Carolina, Ferrán y Esteban llegamos por la tarde al refugio de Cova Cambra (en la Mola de Catí), después de instalarnos fuimos a hablar con el resto de grupos que íbamos a pasar el fin de semana haciendo espeleología en la zona. Tras comentar las actividades que ellos tenían previsto realizar quedamos en que ellos instalarían el Avenc de la Crisi con nuestro material, y nosotros ya lo recuperaríamos el lunes cuando bajáramos a visitarla. Además nos comentan que podemos utilizar sus instalaciones del resto de simas. 

Refugio de Cova Cambra (Mola de Catí), miércoles 26 de Abril.

El sábado 29, tras un buen desayuno que consolara la mala noche pasada por una mala bestia salvaje del terreno, nos dirigimos al Avenc de la Fecunditat. Se encuentra situada muy cerca del refugio, por lo que la aproximación fue rápida. La boca la encontramos fácilmente puesto que Alexis y Esteban la habían localizado en la trobada que se hizo en octubre. Alexis realizó la instalación de la cavidad bastante sencilla, y bajamos el bonito pozo de 32 metros de profundidad. Recorrimos la cavidad en su totalidad llegando a una pequeña sala tras atravesar algunos pasos estrechos, en la cual había un gour seco y formaciones. También encontramos una sala minúscula con unas formaciones preciosas tras atravesar un paso estrecho detrás de un gran bloque desde la base del pozo. 

Paso estrecho en la base del pozo.

Formaciones en la última sala.

Última sala.

Salimos pronto y nos encontramos con el resto de compañeros que venían por la mañana, Gila, Lee y Miquel, y tras comer en el refugio nos dirigimos al Avenc de l’Engany, situada también muy cerca del refugio. Esta boca nos costó un poco de encontrar puesto que la boca era pequeña y como la anterior estaba tapada por unos troncos. Mientras algunos nos equipábamos los compañeros como Lee y Gila, que ya estaban equipados entraron dentro destrepando el primer resalte y nos esperaron en una pequeña salita. Es una cavidad a base de pasos verticales estrechos destrepables y salitas. Es un poco laberíntica puesto que había varios agujeros en cada sala. Hasta que al final encontramos un gran pozo de 40 metros en el cual a – 25 m había una ventana con un pozo paralelo de barro. Al llegar a la base del pozo la mayoría se quitó el equipo para poder pasar un paso vertical muy estrecho, que Ferrán tuvo que ensanchar un paso para que pasáramos el resto. Una vez en esa pequeña sala, había otro paso estrecho para acceder a otra salita, que únicamente podía pasar Carolina por ser la más pequeña. Pero que al final no atravesó puesto que se asomó y tampoco se veía mucho volumen.

Así quedó el material después del pozo final de barro.

Avituallamiento después de la cavidad.

El domingo por la mañana después de haber luchado toda la noche contra las feroces bestias del terreo nos fuimos al Avenc dels Mamelons, junto con un grupo de Barcelona y otro grupo de Tortosa, estos últimos entran para reequipar la vía nueva. 

Preparando los últimos detalles antes de entrar.

Entramos a la cueva por un paso estrecho, y tras un pasamano llegamos al impresionante pozo de 34 metros, que nos deja en la Sala Gran, desde ahí hay dos opciones, tras una trepada está la Vía Nova (o Llarga), o bien seguir bajando por la Vía Schibi, que es la parte que vamos a visitar. 

Acceso a la Vía Schibi.
Después de dos pequeños pozos decidimos no seguir bajando, desequiparnos e ir a buscar las salas superiores de la Vía Schibi. Atravesamos una red laberíntica de galerías comunicadas por pasos estrechos hasta que por fin encontramos la Sala del Castell, donde hay una gran formación, y desde la cual accedemos a la Sala SIRE.

Formaciones en la Sala del Castell.

Gran estalagmita que da nombre a la Sala del Castell.

Ferrán es el que realiza la trepada a la Sala SIRE, que es expuesta, y coloca una cuerda para asegurarnos a los demás en la subida tras hacernos un arnés de fortuna con una cinta. Esta cuerda la abandonamos dejando una instalación fija sobre un puente de roca para futuras visitas.
La sala es espectacular, vale la pena los pasos estrechos que hemos tenido que pasar hasta llegar allí. La recorremos de punta a punta, los rincones que tienen me encantan. Al fondo de la sala, está un poco más elevada y observamos un montón de raíces, lo que nos indica que debemos estar cerca de la superficie. 

Sala SIRE.

Sala SIRE.

Puesto que los otros dos grupos ya están fuera nos toca desinstalar la sima. De ello se encarga Ferrán. 

Paso estrecho en la boca de la sima.
El equipo a la salida de la cavidad.

La noche del domingo acompañados del jabalí y sus camaradas y junto al grupo de Tortosa mantuvimos una larga tertulia hasta altas horas.
Ferrán decide salir a dormir sólo al bosque para para enfrentarse a las bestias salvajes.

El lunes 1 de Mayo, al despertar nos damos cuenta que la bestia la teníamos en casa, puesto que Ferrán por fin ha dormido espléndidamente sólo en el bosque. Tras retomar fuerzas y recoger todo nuestro equipaje nos dirigimos al Avenc de la Crisi. Como ya estaba instalada por los compañeros de Barcelona, nada más llegar nos equipamos y tras pasar la gatera horizontal llegamos a la cabecera del pozo de 117 metros de profundidad. Es una sima estrecha y muy fraccionada, por lo que la bajada es bastante rápida y cómoda. Además en el grupo hay dos compañeros que en Febrero ya la recorrieron, por lo que nos hacen de guías. Al tocar fondo hay un recorrido por gateras, pasamanos, y alguna salita hasta llegar a un pequeño lago. 

Lago en el Avenc de la Crisi. 
Salida por la boca del Avenc de la Crisi.

Una vez fuera, toca recoger y emprender el camino de regreso a casa, dejando atrás los recuerdos junto a unos compañeros excepcionales y las increíbles cavidades de la Mola de Cati.

Fotos realizadas por Josep Gilabert y Esteban Ferrando.